Mas de 90 millones de campesinos viven actualmente en condiciones de pobreza en America Latina y el Caribe, de los cuales, 47 millones en extrema pobreza, segun un estudio del Fondo Internacional de Desarrollo Agricola (FIDA).

El FIDA, cuya sede se encuentra en Roma, nacio en 1977 con un mandato unico: ayudar a los mas pobres entre los pobres del mundo rural de los paises en desarrollo.

Desde su creacion ha financiado 548 proyectos en 114 paises con un volumen total de compromisos de 6 800 millones de dolares, aproximadamente, en prestamos y donaciones.

En la ultima decada el FIDA invirtio mas de 600 millones de dolares en 50 proyectos en 23 paises de America Latina y el Caribe que, dada la composicion del financiamiento, en la que participan los gobiernos y otros donantes y en muchos casos las poblaciones beneficiarias, los fondos alcanzan a cerca de mil millones de dolares.

El estudio lo presento la chilena Raquel Ugarte de Pena-Montenegro, directora de America Latina y el Caribe del FONDO, que constituye el mas completo estudio sobre la pobreza rural en la region, que dio origen a un libro, "Hacia una Region sin Pobres Rurales". Sus autores, ademas de Raquel Ugarte, son Benjamin Quijandria y Anibal Monares.

La poblacion rural, senala el informe presentado por Raquel Ugarte en noviembre de 2000, ha disminuido en forma constante entre 1980 y 1997 de 122 millones a 111 millones, con una disminucion anual de -0,87 por ciento.

A pesar de las tendencias macroeconomicas positivas generales que se registraron en la region durante los primeros seis anos de la decada de los noventa, los niveles de pobreza y pobreza extrema rural se mantuvieron constantes durante este periodo, con una tendencia a incrementarse al finalizar la decada.

Segun la Comision Economica para America Latina (CEPAL), en 1997 habia 78,2 millones de personas que vivian por debajo de la linea de la pobreza en las zonas rurales y 47 millones en extrema pobreza.

Sin embargo, datos recientes de America Central, Venezuela, Mexico y Brasil, indican que los niveles de pobreza rural se han incrementado entre un 10 y un 20 por ciento, con lo cual se llega a mas de 90 millones de personas.

La poblacion rural pobre de America Latina y el Caribe se concentra en mas de un 90 por ciento en cuatro grandes zonas ecologicas que cubren un total de mas de nueve millones de kilometros cuadrados, que incluyen el nordeste de Brasil, el norte de Mexico, el noroeste de Venezuela, las costas del Pacifico y zonas centrales de Honduras y Nicaragua, el norte de Peru y de Chile.

En las ultimas dos decadas, como consecuencia de las guerras internas, la migracion de los hombres, los efectos de los fenomenos naturales y las consecuencias de los ajustes estructurales, la mujer rural es parte de los segmentos mas pobres de la region.

La mujer cumple un papel de primera importancia en la region: encabeza entre 8 y 10 millones de hogares, entre 2 y 3 millones realiza trabajos asalariados estacionales y entre 30 a 40 millones con pareja son parcial o totalmente responsables de la produccion agricola y la pequena industria rural.

El aumento del nivel de gastos en el sector social de los paises de America Latina y el Caribe en el ultimo decenio en un promedio del 12,4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), no favorecio sin embargo a los sectores mas pobres ni a las areas rurales.

Con la sola excepcion de la educacion primaria, el sector de menores ingresos solo recibe una proporcion cercana al 25 por ciento del gasto social en educacion secundaria, salud y nutricion, vivienda y seguridad social.

La mayor paradoja se refleja en el gasto destinado a educacion terciaria, en la que solo el 8,5 por ciento se invierte en la poblacion de menores ingresos. Un porcentaje importante del gasto social se distribuye y asigna a las familias ubicadas en los quintiles de mas altos ingresos. El caso de la educacion es el mas dramatico, pues al ser asignado en proporciones menores a las familias de menores ingresos, perpetua el circulo vicioso de la pobreza.

Por casi una decada, mientras la mayor parte de las instituciones financieras internacionales reducian o se retiraban del financiamiento agricola y rural, el FIDA mantuvo una solitaria persistencia en invertir en asociacion con los gobiernos de la region, en proyectos claramente orientados al desarrollo rural y al alivio de la pobreza.

REDUCCION DE LA POBREZA

La reduccion de la pobreza y el desarrollo rural en America Latina y el Caribe constituyen el reto en este inicio del siglo XXI. El FIDA centra en cinco elementos estrategicos la reduccion de la pobreza: desarrollo del capital humano, competitividad de mercado, manejo y conservacion de los recursos naturales, equidad entre los sexos y fortalecimiento del capital social de la poblacion rural pobre.

El fortalecimiento del capital humano y social se relaciona directamente con la mejora de la capacidad de integracion de la poblacion pobre y marginada a la corriente central de las actividades economicas, sociales y politicas locales, regionales y nacionales, con lo cual se facilita el aumento sostenible de sus ingresos y su transicion fuera de la linea de pobreza y pobreza extrema. La formacion y la mejora del capital humano resultan particularmente importantes para los sectores mas discriminados de la poblacion rural pobre: indigenas, mujeres rurales y otras minorias, ya que les ayuda a alcanzar la plena integracion social y economica, tanto en la sociedad rural como en el ambito nacional. Para el fortalecimiento del capital humano, se deben integrar acciones basicas de mejoramiento del acceso y la calidad de los servicios de educacion y salud, asi como de inversiones en infraestructuras.

La introduccion de practicas agronomicas que permitan no solo la conservacion, sino la recuperacion de los recursos naturales, es un area de accion de primera prioridad en los programas de reduccion de la pobreza y el desarrollo rural y una condicion indispensable para el desarrollo agricola y rural a largo plazo en la region. Los resultados de proyectos de FIDA en Brasil, Bolivia, Honduras, Chile y Peru, entre otros, indican que es posible reducir exitosamente los riesgos de deterioro ambiental y mejorar la calidad de los recursos naturales de los pobres rurales.

Corregir las desigualdades de la distribucion de los recursos y el poder entre los sexos es una condicion necesaria para un proceso de desarrollo rural equitativo, democratico y sostenible, que incorpore a las mujeres rurales como participantes y protagonistas de pleno derecho en el proceso de mejora social y economica de la sociedad rural. El FIDA lleva adelante intensos dialogos politicos con los gobiernos de la region con el objeto de promover bases legales equitativas que permitan la plena participacion de la mujer rural de la produccion y el desarrollo de sus comunidades.

La subsistencia de las comunidades rurales pobres esta basada en la construccion y mantenimiento de redes sociales de solidaridad que operan tanto en el ambito social, como productivo. Para su fortalecimiento, se requieren estrategias operacionales en tres niveles: el fortalecimiento de las organizaciones de base, el apoyo a los procesos de descentralizacion del estado y el desarrollo de organizaciones de la sociedad civil que proporcionen servicios y apoyo al fortalecimiento del capital social rural. (EFE).