Ricardo Biasotti y su breve romance con Andrea del Boca

10 de Octubre de 2000
Seguramente Ricardo Biasotti (40) jamás se imaginó que su breve romance con Andrea del Boca (34) lo convertiría en el galán de una historia que nada tiene que envidiarle a una verdadera telenovela. Desde que la actriz confesó públicamente su embarazo de 5 meses y se lo identificó a él como el padre, la vida del empresario cambió totalmente. El próximo 16 de octubre cumplirá 41 años y un mes más tarde se convertirá en padre por primera vez. Jamás pasó por el registro civil. Proveniente de una familia italiana, estudió en prestigiosos colegios. A los 23 años se graduó de ingeniero. Siempre se destacó en las matemáticas y tal vez por eso unos años más tarde relegó su carrera y se volcó por completo a las finanzas. Habla cuatro idiomas: inglés —el que más domina, ya que vivió durante un largo período en los Estados Unidos—, italiano, francés y alemán. Actualmente se desempeña como gerente en el Banco Corporación Metropolitana. Amante de los deportes, cuida su cuerpo. Su imagen para él es muy importante y le gusta vestirse bien: las camisas Polo y un jean para los días libres, mientras que para el trabajo elige trajes oscuros de Gucci o Valentino, combinados prolijamente con exclusivas corbatas.

Hace tres años el y sus dos hermanas pasaron el momento más difícil de su vida, cuando su madre decidió quitarse la vida arrojándose de un piso once.

Cultor del perfil bajo, en las últimas semanas el empresario decidió ocultarse y evitar la prensa. Sus amigos aseguran que la situación lo tomó por sorpresa y que en estos días prefirió alejarse de los lugares que frecuenta.

En enero se cruzó por primera vez con la actriz. Era el cumpleaños de la cantante Manuela Bravo. Pero en ese momento la química no funcionó entre ellos. Andrea acababa de sufrir una decepción amorosa y no se sentía con ánimos para comenzar un nuevo romance. A la semana siguiente fueron al cine con un grupo de 14 amigos. Pero la actriz se retiró en medio del filme porque no se sentía bien, todavía no lograba superar el desengaño vivido. Para ese entonces muchos pensaban que Ricardo se había fijado en Lucía Galán, quien se encontraba en medio de su divorcio con Alberto Hazan. Incluso esa noche fue él quien llevó a la cantante de regreso a su casa en Belgrano.

La tercera vez que Andrea y Ricardo se vieron comenzaron a descubrirse el uno al otro. El se quedó deslumbrado con los ojos de la actriz y decidió conquistarla. A su vez, ella descubrió en el empresario al candidato ideal: buen mozo, culto, soltero y con una sólida posición económica. Aunque sus amigos dicen que para Andrea su gran amor fue el americano Jeffrey Sachs (48), vio en Ricardo cualidades únicas y empezó a fantasear con una gran boda. Sumado a eso, ya había confesado sus intenciones de convertirse en madre durante este año y él era el hombre adecuado.

Desde que Ricardo se enteró de que se convertiría en padre se mezclaron dos sensaciones: por un lado la felicidad por saber que iba a tener un hijo y, por otro, la preocupación por mantener su imagen de empresario al margen de la farándula. Acostumbrado a las delicias de la vida de soltero, Ricardo espera con ansias la llegada del bebé, pero aunque toda su familia asegura que será un padre responsable, permanece firme en su decisión de no casarse. Por ahora nadie se atreve a pronosticar el futuro de la relación. Desde que la noticia tomó conocimiento público, la pareja se comunica telefónicamente. Hablan varias veces por día y mantienen largas conversaciones de hasta más de una hora. También habrían tenido un encuentro secreto.

El empresario dice que solo desea que todo esto pase rápido, para que su vida vuelva a ser normal. (Laura Vigo y Rebeca Peiró)
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