Calles de Sucre

Tiwy.com, Rem Sapozhnikov

Febrero 2008

La ciudad de Sucre es una de las más tranquilas y confortables de Bolivia. Dentro de unos 40 años, cuando yo alcance una avanzada edad de jubilación, es muy posible que tome la decisión de radicarme en ella. Sus habitantes son afables y simpáticos; el ritmo de la vida es acompasadamente provinciano. Abundan los signos de la civilización: hoteles de clase y no caros; café y restaurantes con precios moderados y muy buena comida, según los conceptos locales; hay buenas bibliotecas, salones de exposición y cine teatros.

Internet funciona sin interrupciones, lo cual es muy importante para un “devorador de noticias del mundo” como yo. El símbolo de lo confortable de la vida en Sucre resultó para mí este simpático perrito despeinado que mira por la hendija bajo la puerta. Con mucho gusto me echaría a su lado a analizar a los transeúntes.

El tránsito en la ciudad es moderado y los gases de escape no apagan el aroma de las flores. Por Sucre es posible vagar infinitamente. Les someto una serie de fotos tomadas en diferentes extremos de la ciudad durante mis paseos: las blancas paredes de los edificios, las rojas tejas de los techos, arcos y torres, el romántico adoquinado de las calles, herencia de los siglos XVII al XIX.

Confío en que algún intranquilo soñador de Rusia (y quizás también algún que otro oligarca martirizado por la crisis y los implacables acreedores) luego de ver este fotorreportaje diga: “¡Eso es lo que necesito para la felicidad plena!” y encargue su ticket Moscú – Madrid - La Paz – Sucre

Varios clientes que realizaron llamadas desde este teléfono – dinosaurio, por causas desconocidas, se perdieron sin dejar rastro. La búsqueda continúa…

Por las calles del Sucre nocturno puede andarse con plena tranquilidad.