Poblado de Tiwanaku
Febrero 2008
Hace sólo 20 años en el poblado (en modo alguno pudiera llamársele pequeña ciudad) de Tiwanaku predominaban las construcciones de adobe - ladrillos amasados de barro y caña. El creciente flujo de turistas, y con ellos la entrada de dinero, ha contribuido a desarrollar la “economía del poblado”.
Los polos visibles de la vida del poblado son la iglesia catolica, para cuya construccion se emplearon en su momento “materiales” de las antiguas ruinas del centro ceremonial, y el nuevo edificio de la municipalidad, que se yergue arrogante al otro lado de la plaza.
La plaza misma hasta tiempos recientes era de tierra y en las partes cubiertas de hierba pastaban ovejas, vacas y otros animales. El progreso, llegado junto con los turistas, es evidente: la plaza ha sido pavimentada, hay una moderna cubierta en su centro para realizar reuniones y conciertos, mientras que la exposición de esculturas de piedra al aire libre es como una demostración de que los tiwanacotas actuales trabajan la piedra tan bien como sus remotos ancestros.
El edificio de la municipalidad también está rematado con piedra y luce, tal vez no menos impactante que el propio complejo arquitectónico de Tiwanaku. En el poblado hay electricidad, acueducto; se desarrolla el comercio, pero en materia de alimentación para los turistas la situación deja mucho que desear. Los aspectos sanitarios y la calidad de confección de los alimentos resultan “sospechosos”. Por otra parte, al parecer, no existen baños normales.
Como elementos distintivos en la decoración de la ciudad están los arcos. Se emplean colores vivos, gracias a lo cual las edificaciones resultan más alegres y atractivas.
Los tiwanacotas no asedian a los visitantes. Prefieren de manera contemplativa sentarse en algún rincón y meditar acerca del gran pasado de la civilización Tiwanaku…
Virgen de Fatima
Hotel Quri Inti.