Violeta del Carmen Parra Sandoval. Folclorista de lo humano y lo divino.
Página 1 de 415 de Octubre de 1999
Su madre fue Clarisa Sandoval Navarrete, de quien Violeta recordaba su afición a las canciones campesinas. Había sido casada anteriormente con un primo, matrimonio del cual nacieron Marta y Olga. Tras quedar viuda, Clarisa se casó con Nicanor Parra, padre de Violeta.
El era profesor primario y conocido folclorista de la región. Emigraron más tarde hacia el Sur y se radicaron en Lautaro, en donde transcurrió la niñez de Violeta. Su infancia y la de sus hermanos tue muy dura y modesta. Debieron enfrentar precarias condiciones de vida, lo cual los obligó a trabajar desde temprana edad.
La personalidad de Violeta Parra ha sido definida como la de una mujer con un fuerte carácter, rasgo típico en ella ya desde pequeña.
El canto, la pasión de su vida
Nicanor Parra enseñó a cantar a todos sus hijos. Con las cantatas nocturnas y matutinas presididas por su padre, Violeta se aferró al canto, haciendo de él la pasión de su vida. Sin embargo, la madre se oponía a esta pasión que desplazaba los estudios.
La asistencia escolar de Violeta fue irregular, tanto por razones económicas como por el poco interés de la niña, que rechazaba todo aquello que estuviese relacionado con lo institucional, jerárquico y autoritario. Estudió en el Liceo No 16 de Chillan.
Tras el fallecimiento del padre, en 1929, los problemas de solvencia económica aumentaron para la familia Parra. Como solución, los hermanos adolescentes salían a cantar en barrios de ciudades como Chillan, San Carlos, Arauco y sus alrededores.