26 de Marzo del 2014 |
El presidente de Ecuador, Rafael Correa ha transitado todos los procedimientos legales para llevar a los medios ecuatorianos incursos en la divulgación de calumnias a la justicia. A partir de la iniciativa de Correa, el parlamento aprobó un proyecto de ley sobre cobertura imparcial para los medios de difusión. Poco tiempo le tomó a la SIP para acusarlo de violación a la libertad de prensa, impedir el trabajo de los periodistas e introducir la censura.
El hecho que las actividades de la SIP estén enmarcadas con la CIA quedó de manifiesto por las publicaciones regulares de ediciones en páginas especiales con desinformación seleccionada que “denuncia” las actividades represivas del gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.” Es así como las agencias occidentales de desinformación interpretan los esfuerzos del gobierno bolivariano para neutralizar otra conspiración organizada por los servicios especiales norteamericanos de fecha febrero-marzo del corriente. Permítaseme hacer hincapié que la escala de las actividades subversivas del gobierno de Obama no tiene precedentes en la historia contemporánea de América Latina.
La CIA y los agentes de inteligencia militar que operan bajo la cobertura de la embajada norteamericana no son los únicos que intentan desestabilizar los países del ALBA, Brasil y Argentina, además están aquellos que trabajan como agregados de prensa y funcionarios de relaciones públicas. Ellos dirigen las acciones de propaganda, definen las futuras misiones subversivas y hacen que se adopten las experiencias de las revoluciones de colores y de la Plaza Independencia (Maidan) de Kiev en Ucrania, a las condiciones locales. Las oficinas de los agregados de prensa monitorean a los periodistas que promueven las tesis que posteriormente son presentadas como el punto de vista latinoamericano. Hay algunos periodistas que trabajan bajo supervisión en casi todas las grandes publicaciones, como por ejemplo, La Reforma y Milenio de México, El Diario y El Deber en Bolivia, Clarín y La Nación en Argentina, El Mercurio y La Tercera en Chile. En Venezuela, El Universal y El Nacional figuran en la nómina de pagos de la CIA para que subsistan en la actualidad.
En números estrictos, Venezuela cuenta con muchos más medios de comunicación privados que cualquier país de América Latina, de ahí que las acusaciones que el gobierno de Maduro reprime la libertad de prensa carecen de todo fundamento. La mayoría de estas publicaciones sirven como plataforma para la oposición. Los periódicos y canales de televisión de la oposición no se amilanan en atizar las tensiones y los llamados para derrocar al gobierno. También emplean la Internet para fomentar sus actividades subversivas.
Actualmente, tres conglomerados de prensa de América Latina, El Mercurio de Chile, Clarín de Argentina y O Globo de Brasil han desatado una nueva guerra desinformativa contra el gobierno de Maduro bajo la consigna de: “Todos Somos Venezuela. Sin Libertad de Prensa no hay Democracia.” Cientos de periódicos y canales televisivos están involucrados en esta conspiración, algo nunca visto anteriormente. Todas estas publicaciones se mantuvieron en silencio durante los días de las dictaduras de Pinochet, Videla y Stroessner, como si anteriormente hubiesen estado ciegos y que solo ahora pueden ver.
El Dr. Fernando Buen Abad Domínguez, filósofo, intelectual y escritor mexicano piensa que la ofensiva desinformativa lanzada por Estados Unidos contra América Latina es una amenaza muy grave.
Según Buen Abad,”este linchamiento de prensa no tiene paralelos históricos, se trata de una producción en masa”. Él sostiene que, “lo que necesitamos es crear una red sistematizada de informaciones y comunicaciones. Los medios son empleados como armamento contra los proyectos democráticos, para el montaje de golpes de estado como en Venezuela. La ocasión es propicia para organizar una cumbre regional de medios de difusión masiva.
Todo el continente debería hacer proposiciones en torno a cómo contrarrestar la amenaza a nivel de estado como también crear medios de prensa alternativos.”
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